No soy alguien. no soy quién y no estoy. Soy sólo una voz en el viento, que dice lo que piensa y lo que ve. Una voz llena de ira y a la vez de calma, una voz que no calla, que no esconde, que no miente, una voz que no disfraza, una voz que si quieres puedes no escuchar y que aún así seguirá sonando, porque soy solo eso, una voz, que si calla muere, pero si muero, el eco me hará inmortal.

domingo, 14 de febrero de 2010

Vuelvo...

Sé que hace tiempo no paso por aquí y sé que hace tiempo no escribo nada nuevo xD

Pues bien, aquí viene un escrito mas que de hecho debí haber escrito hace meses xD pero no le digan a nadie.

No tiene título, no he pensado en uno, pero iwal awanta...

Hay quien busca la muerte, hay quien la teme, hay quien vive de ella y…
Miércoles por la tarde, el día en que los padres suelen no estar, día de fiestas, día de comer lo que quiera, día de salir a cualquier parte, día libre, etc. Todos los miércoles era así, excepto éste.


Al parecer al parecer había un evento extraño de esos a los que la gente ama ir a sudar a morir, a ser pisado, tropezarse, perder bolsas, beber caro y poco, pelear con cholos y entre otras cosas bailar. Debo decir que eso es algo que no disfruto, así que ese miércoles, fue el día en que me quedé en casa.


Normalmente eso no suena nada divertido, a menos que haya alguien más, sin embargo en ésta ocasión, no fue la excepción. Después de hurgar en el refrigerador y comer algo de lo que quedaba del día anterior, me relajé en el sillón de la sala, con un vaso de buen whisky y el Réquiem de Mozart sonando en mi estéreo a un volumen tan alto, que apenas escuché el timbre sonar.


Yo no soy de los que creen en supersticiones, cosas mágicas, místicas o lo que sea, no sé si existe alguna relación entre la música y lo sucedido, pero de ninguna manera me esperaba lo que iba a suceder.



Paré la música y fui a abrir la puerta. Estaba mentalmente preparado para decir que mis padres no estaban, que llegaban mañana y que no sé nada de lo que me están preguntando, pero valla sorpresa que me llevé cuando al abrir la puerta vi, a un hombre con un elegante traje pulcramente blanco, descalzo, con una larga barba gris y una mirada que llevaba el cansancio de una vida tan antigua como ella misma.


Sin preguntarle nada, ni permitirle decir nada, lo invité a pasar, lo llevé a la sala y le ofrecí whisky, lo aceptó y con su mirada perdida y su mente en algún lugar dentro de sí, comenzó a hablar:


“Es la primera vez que alguien me recibe con tanta amabilidad, debe ser porque no me he presentado.”


Muchas preguntas vinieron a mi mente, pero preferí dejar que él hablara.


“Si no es molestia, ¿Podría por favor volver a poner esa música? Esa obra es de mis favoritas. “


Así lo hice, esta vez con un volumen suficientemente alto para escucharse y suficientemente bajo para permitir la conversación y dejé que continuara.


“Soy a quién ustedes suelen llamar, La Muerte, normalmente mis visitas no son bien recibidas, los vivos me odian, algunos me temen, otros me buscan o me dan mas trabajo, pero siempre causo dolor.”


No puedo negar que esto al principio me dio miedo, después me pareció algo absurdo, una broma tonta, una alucinación debido a tantos medicamentos o un simple viejo loco que se proyectó al escuchar a Mozart, sin embargo, su presencia se sentía pesada, sus ojos se veían tan lejanos y podía incluso, sentir la tristeza de su soledad.


“No te preocupes, esta no es una visita de trabajo, solo vengo de paso, caminaba por aquí cuando escuché la misa.


No soy alguien malo, solo soy alguien que hace su trabajo, mantengo en equilibrio el mundo, es el ciclo de la vida y cumplo mi trabajo sabiendo lo importante que es, lo he hecho desde que la vida existe, pero eso no hace que me guste. Me siento tan solo a veces, este trabajo no me permite amigos, claro hay cultos hacia mí, pero solo me piden cosas, dinero, protección, como si fuera mi decisión.”


Continuó hablándome sobre como se sentía, me contó sobre las guerras, las pestes, la inquisición, de los dinosaurios y de miles de especies primitivas de las cuales nunca había escuchado. Es tan interesante escuchar la historia de boca de alguien que estuvo ahí presente y no está de lado de nadie.


Después de varios whiskys, varias historias y algunos chistes negros, se despidió de mí disculpándose por su visita inesperada y agradeciendo la hospitalidad. Lo invité a volver cuando quisiera a escuchar la obra de Verdi también, pero sonriendo simplemente dijo:


“La próxima vez que venga, vendrás tu conmigo.”


Claramente una broma, o eso creo.


Hay quien busca la muerte, hay quien la teme, hay quien vive de ella y…
… Hay quien bebe con ella.



Pues bien, que opinan gente? cual podría ser un buen título?

Bueno chao.

También estoy en: http://jobla35.wordpress.com/

1 comentario:

  1. aaa wee!!!...esta chida....pos no se!! "La Catrina y Vivaldi!!" ???? O.o












    posd: Wordprees no we!! NOOOOOOO!!!IoI

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