No soy alguien. no soy quién y no estoy. Soy sólo una voz en el viento, que dice lo que piensa y lo que ve. Una voz llena de ira y a la vez de calma, una voz que no calla, que no esconde, que no miente, una voz que no disfraza, una voz que si quieres puedes no escuchar y que aún así seguirá sonando, porque soy solo eso, una voz, que si calla muere, pero si muero, el eco me hará inmortal.

domingo, 14 de febrero de 2010

Vuelvo...

Sé que hace tiempo no paso por aquí y sé que hace tiempo no escribo nada nuevo xD

Pues bien, aquí viene un escrito mas que de hecho debí haber escrito hace meses xD pero no le digan a nadie.

No tiene título, no he pensado en uno, pero iwal awanta...

Hay quien busca la muerte, hay quien la teme, hay quien vive de ella y…
Miércoles por la tarde, el día en que los padres suelen no estar, día de fiestas, día de comer lo que quiera, día de salir a cualquier parte, día libre, etc. Todos los miércoles era así, excepto éste.


Al parecer al parecer había un evento extraño de esos a los que la gente ama ir a sudar a morir, a ser pisado, tropezarse, perder bolsas, beber caro y poco, pelear con cholos y entre otras cosas bailar. Debo decir que eso es algo que no disfruto, así que ese miércoles, fue el día en que me quedé en casa.


Normalmente eso no suena nada divertido, a menos que haya alguien más, sin embargo en ésta ocasión, no fue la excepción. Después de hurgar en el refrigerador y comer algo de lo que quedaba del día anterior, me relajé en el sillón de la sala, con un vaso de buen whisky y el Réquiem de Mozart sonando en mi estéreo a un volumen tan alto, que apenas escuché el timbre sonar.


Yo no soy de los que creen en supersticiones, cosas mágicas, místicas o lo que sea, no sé si existe alguna relación entre la música y lo sucedido, pero de ninguna manera me esperaba lo que iba a suceder.